jueves, 26 de noviembre de 2009

Un “paraguayo” con buena puntería.

En la tarde del 24 de diciembre del 2006, en Vicente López se produjo otro caso de muerte por la policía bonaerense, producida por un policía con antecedentes.
Todo empezó después de 2 denuncias de robo al 911. Un patrullero de la bonaerense salí disparado y, sobre Díaz Vélez, se encontró con 2 motos “sospechosas”. En una de ellas se encontraban 3 personas, Jonathan Lorenzo (24), el conductor, Gustavo Andrés Rivero (27) y Jorge Andrés Martínez (19); en la otra, habían sólo 2 chicos. Como esta última dobló, el patrullero decidió seguir a quién tenía más personas.
El acompañante de la patrulla, “El Paraguayo” Héctor Sosa, quien había matado a “El Frente” Vital casi 8 años atrás, decidió comenzar a disparar. El primero que murió fue “Jorgito”, luego de 3 tiros en la espalda y uno en la nuca. Entonces éste calló de la moto.
Tras la muerte de uno de los supuestos ladrones, Sosa no paró de disparar. Tal es así que ha gastado todo su cartucho de 20 balas y le pidió al conductor su cartucho para continuar con el tiroteo.
Jonatan Lorenzo, que ya estaba herido de la espalda decide agarrar colectora a contramano hacia Capital Federal. Pero al poco tiempo comienza a agonizar y termina chocando. Así, Gustavo Rivero, gravemente herido es internado y, tiempo después encarcelado por “robo calificado”.
En tanto el sargento, después de la muerte de Jony y Jorgito, que eran primos, la familia se une y empieza a movilizarse y el caso, un mes más tarde se hace conocido dentro de los medios masivos de comunicación.
Magdalena, la madre de Jony, Conoció a Sabrina Sotillo, madre del “Frente” y, después de 2 horas de hablar se dieron cuenta de que a sus hijos los había matado el mismo genocida. Aquél que no tuvo comprensión por un chico indefenso y entregado; aquél que mientras esperaba su juicio por matar al “Frente” fue ascendido de cargo; aquella persona a quien “le seguían pagando para que siga matando” (como decía Sabrina Sotillo); aquél que para un juicio de un homicidio pidió perdón y lo absolvieron; aquella persona que tras matar a otros 2 chicos indefensos, mintió los testimonios, con pruebas que demuestran lo contrario. Héctor Sosa, el “paraguayo” que realiza pena de muerte en la calle y sin impunidad.

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